Mujeres ejecutivas: Listas para dirigir

El tiempo de las mujeres ejecutivas

Las competencias directivas son una herramienta esencial para asegurar la competitividad de las empresas en la nueva economía global.

La capacidad dirigencial es un factor clave que, junto a otros pilares como la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías, otorga distinción y posicionamiento a las empresas y/o instituciones. Actualmente, el desarrollo productivo incorpora a la mujer a puestos cada vez más competitivos otorgándole no sólo independencia económica sino también poder de decisión y responsabilidad de gestión.

“El hecho de ser mujer tiene implicaciones tanto en el contenido como en el estilo de la dirección. Por ejemplo, por su empatía, las mujeres suelen estar muy preparadas para gestionar entornos diversos o cambios dentro de las organizaciones. En cambio, toleran mal los entornos agresivos y la falta de compromiso de sus equipos” aseguró Fabiana Ribas, Contadora Pública y Máster en Administración de Negocios de la UNICEN.

Las competencias más importantes para la dirección están relacionadas con las habilidades para comunicarse, liderar, analizar decisiones, negociar y crear redes de relación. A su vez, estas capacidades incluyen tanto habilidades y conocimientos como actitudes de motivación y compromiso, por lo cual resulta fundamental conocer las propias fortalezas y debilidades para alcanzar resultados efectivos a la hora de gestionar y dirigir una empresa u organización.

“El éxito acompaña a quienes se conocen a sí mismos en sus fortalezas y valores. Todos tenemos que aprender a desarrollarnos por nuestra cuenta, y colocarnos en el lugar desde el cual podamos hacer una contribución significativa. Puede parecer obvio que la gente logra resultados haciendo lo que mejor sabe, pero la mayoría ignora cuáles son sus fortalezas”, señaló Ribas.

De esta forma, identificar los atributos propios puede ser de gran ventaja a la hora de posicionar competitivamente a una empresa.

Recientemente la Revista Forbes de México resaltó en uno de sus artículos la opinión de María del Carmen Bernal, Directora del Centro de Investigación para la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD), quién destacó que  “la capacidad femenina de ejercer el poder de una manera diferente, ayuda a descubrir otras formas de influir positivamente en los demás a partir de una visión de liderazgo complementaria a la del varón, que solo ellas pueden sumar y de la cual ellos pueden aprender y enriquecerse”.

Existen diversas razones por las que las mujeres pueden ser excelentes candidatas para puestos directivos en empresas:

Habilidades y estilos de liderazgo

En cuanto a los estilos de liderazgo, se ha destacado lo siguiente:

• Enfoque colaborativo y comunicativo: Las mujeres suelen tener un estilo de liderazgo más colaborativo y comunicativo, lo que puede fomentar un mejor trabajo en equipo, una mayor participación de los empleados y un ambiente laboral más positivo.
• Inteligencia emocional: Las investigaciones muestran que las mujeres tienden a tener una mayor inteligencia emocional, lo que les permite ser más empáticas, comprensivas y perspicaces en el trato con los demás. Estas habilidades son esenciales para liderar equipos de manera efectiva, resolver conflictos y crear un ambiente laboral positivo.
• Orientación a los resultados: A pesar de los estereotipos, las mujeres también pueden ser muy orientadas a los resultados y enfocadas en el logro de objetivos. De hecho, estudios han demostrado que las empresas con mujeres en puestos directivos suelen tener un mejor desempeño financiero.
• Toma de decisiones: Las mujeres suelen ser más cuidadosas y reflexivas en la toma de decisiones, lo que puede llevar a decisiones más acertadas a largo plazo.
• Mayor diversidad de ideas y enfoques: La presencia de mujeres en puestos directivos aporta mayor diversidad de ideas, perspectivas y experiencias a la mesa de decisiones. Esto puede conducir a una mejor toma de decisiones, mayor innovación y una mejor comprensión de las necesidades del mercado.
• Atracción y retención de talento: Las empresas con mayor diversidad de género son más propensas a atraer y retener talento de alto nivel. Esto se debe a que estas empresas son vistas como más inclusivas y equitativas, lo que las hace más atractivas para los empleados que buscan un lugar de trabajo donde puedan desarrollarse y tener éxito.
• Mejora de la reputación: Las empresas con mujeres en puestos directivos tienen una mejor reputación como empleadores responsables y comprometidos con la diversidad e inclusión. Esto puede mejorar la imagen de la empresa y atraer a clientes y socios que valoran estos principios.

En conclusión, existen diversas razones por las que las mujeres pueden ser excelentes candidatas para puestos directivos en empresas. Sus habilidades y estilos de liderazgo, la diversidad de perspectivas que aportan y la evidencia empírica que respalda su éxito, todas ellas hacen un fuerte argumento a favor de una mayor representación de mujeres en los niveles más altos de liderazgo empresarial.