“Están dejando morir las investigaciones que se llevan adelante en nuestro país”

Así lo aseguró Mayra Garcimuño, Doctora en Física, tras la movilización que se realizó ayer en reclamo por la disminución de los ingresos a la Carrera del Investigador. Por su parte el historiador Lucas Bilbao, Becario posdoctoral, habló del impacto negativo del recorte en los jóvenes investigadores. Los números del ajuste.

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“Están dejando morir las investigaciones que se llevan adelante en nuestro país”

Por Silvina Fiszer

Lo que debería haber sido un festejo por el Día del Investigador Científico se convirtió ayer en un reclamo colectivo: investigadores, becarios, docentes y alumnos de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicén) junto a diversas agrupaciones y gremios del sector -la Red Federal de Afectados, ATE Conicet y Jóvenes Científicos Precarizados-se concentraron durante la mañana en el Campus Universitario para reclamar contra la parálisis del Conicet y de las demás instituciones del sector, la disminución de los ingresos a la Carrera del Investigador y la baja en los salarios.

“Estamos hablando de un cientificidio, están dejando morir las investigaciones que se estaban llevando adelante en nuestro país con mucho esfuerzo y mucha dedicación”, explicó a ENE Mayra Garcimuño, Doctora en Física y una de las tantas investigadoras que no logró –por segundo año consecutivo- ingresar a la Carrera. El objeto de estudio de Mayra son los museos de ciencia desde el marco de la comunicación pública de la ciencia. “Muchos se están replanteando la posibilidad de irse del país”, aseguró por su parte el historiador Lucas Bilbao, Becario posdoctoral del Conicet/Igehcs.

Durante la actividad, que se extendió desde las 10 hasta las 13, se leyó un manifiesto. Allí se denunció el desmantelamiento y el desfinanciamiento que sufre el sistema científico nacional. Además, algunos becarios afectados contaron sus experiencias y algunos integrantes del sistema científico tomaron la palabra: hablaron Carlos Lanusse, director del Centro Científico Tecnológico (CCT), y Guillermo Velázquez, Director del Centro de Investigaciones geográficas (CIG).

“Se compartieron las repercusiones del ajuste en los distintos ámbitos del Conicet y de la Unicén, y se habló de los resultados tan desfavorables informados recientemente por el Conicet en relación a los ingresos a la carrera de investigador”, describió Mayra. “Los institutos del Conicet están al límite en lo que es lo presupuestario para funcionar y en muchos casos los investigadores están poniendo dinero de su bolsillo para la compra de insumos, para viajar a congresos e incluso para el propio funcionamiento de las instituciones. Esto es gravísimo”, contó, y agregó que el objetivo de la movilización, además de denunciar y visibilizar la difícil situación, fue reclamarle al Estado y buscar que la sociedad se solidarice.

“Buscamos que la sociedad comprenda la gravedad de la situación que estamos atravesando no solo como científicos sino como ciudadanos de una sociedad que necesita cada vez más de la inversión en ciencia y tecnología para progresar”, completó.

 

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Los números del “cientificidio”.

El viernes pasado se conocieron los resultados de la convocatoria 2018 a la Carrera de Investigador Científico (CIC) del CONICET. “Este año ingresaron solo 450 postulantes en todo el país entre 2595 que nos postulamos. Esto significa que hay muchas líneas de investigación, muchos problemas, que van a dejar de ser atendidos o que van a dejar de tener a cargo quien los lleve adelante”, contó Mayra.

La situación de la Unicén, que comprende Tandil, Olavarría, Azul y Quequén, refleja la situación nacional a menor escala: “Solo entraron 5 investigadores de 39 que se presentaron a la carrera de investigador –describió Lucas-. Tres en las áreas comunes y dos en temas estratégicos. La situación no es muy distinta a la de cualquier otro CCT. La Unicén es una universidad dentro de todo chica y algunas cuestiones quizá las haya podido absorber la Universidad, pero a su vez la Unicén, como toda Universidad Nacional, tiene un presupuesto”. “Es un freno muchos proyectos de investigación”, concluyó.

 

Un panorama desolador.

Para graficar con más contundencia los números, Mayra habló de porcentajes: sólo un 12,5 por ciento de los postulantes van a continuar como investigadores. También hizo referencia al posible éxodo de científicos altamente calificados. “Hay muchos que nos quedamos fuera del sistema científico y que no vamos a tener prorroga de nuestra beca posdoc, con lo cual una de las alternativas más clara y atractiva es irnos al exterior a continuar nuestras investigaciones en otro país.

Los Recursos Humanos formados acá son altamente valorados en el exterior porque somos personas que tenemos una formación académica de ocho, nueve o diez años entre carrera, grado, posgrado y alguna instancia posdoctoral. Somos Recursos Humanos en los cuales el Estado invirtió durante muchos años y ahora los estamos exportando”.

Sobre algunas de las consecuencias negativas del ajuste, Lucas coincidió con Mayra –“Muchos se están replanteando la posibilidad de irse del país”- y puntualizó, además, la sensación de desánimo que se vive entre los científicos. “Quizá lo más negativo que noto es el desgano y el desaliento que esta situación implica en las nuevas generaciones y en la mía, que somos los que estamos o recién doctorados o venimos en camino para doctorarnos. El desaliento y la deslegitimación al trabajo científico es total”.

Además de la falta de presupuesto, de la precarización y de otras “miles de cosas que están saliendo estos días, que no son de ahora pero que si se han profundizado en estos tres últimos años”, Lucas lamentó el lugar en el que está quedando la carrera científica en el país. “Argentina ha sido de los países, incluso de América latina, de avanzada en muchas de estas cuestiones. Desalienta ver que todo el esfuerzo que implica pensar un proyecto o diseñar una investigación es para la nada. Creo que es algo totalmente negativo”.

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¿Cómo impacta este recorte de ingresantes en la carrera? “Esto repercute directamente en la vida de los grupos de investigación de los institutos de Conicet –explicó Mayra- pero también un las universidades y en otros organismos de ciencia y técnica donde los investigadores de Conicet nos podemos desenvolver. Esto va en detrimento del desarrollo y del crecimiento del sistema científico del país y también de lo que hace a la investigación en el ámbito universitario”.

“La reducción del apoyo del Estado a cierto tipo de investigaciones implica que no pueda haber una continuidad en temas de interés muy relevantes para el país porque no van a ser financiados desde el sector privado, por ejemplo. Y por otro lado también es cuestionable si es el sector privado el que se tiene que hacer cargo de la investigación porque eso de alguna manera significa privatizar el conocimiento y el desarrollo tecnológico y científico”, completó.

Un rol central.

En el texto leído durante la movilización, el Grupo de Estudios en Ciencia, Sociedad y Cultura (Ci.So.C)-FCH-Unicén dio un pantallazo de la situación actual. Luego de hacer referencia al profundo desfinanciamiento de los centros e institutos científicos, recordar la supresión  del Ministerio de Ciencia y Tecnología y su reemplazo por la actual Secretaría y compartir el dato del porcentaje del PBI que se destina al sector –el 0,256 por ciento- se hizo alusión al “Plan Argentina Innovadora 2020” que se presentó en 2013 y que preveía un crecimiento anual del 10 por ciento de los ingresos de científicos al Conicet para que Argentina pudiera acercarse a los estándares internacionales.

“Según ese Plan, habría 1251 plazas anuales, sin embargo esas cifras esperadas, fueron desmentidas cuando se conoció la lista de investigadores que ingresaron a carrera que fueron sólo 450”. Para terminar, se citó a Bernardo Houssay, científico argentino, Premio Nobel  1947 y fundador y presidente del CONICET: “La disyuntiva es clara, o bien se cultiva la ciencia y la investigación y el país es próspero y adelanta, o bien no se la practica debidamente y el país se estanca y retrocede. Los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico-tecnológico y los países pobres lo siguen siendo si no lo hacen. La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”.

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