Carta a Papá Noel

Carta a Papá Noel

* Por Nicolás Arizcuren

Carta a Papá Noel

Querido Papá Noel:

¿Cómo andas, tanto tiempo? Hace más de 30 años que no te escribo y confieso que lo hago animado por mi hijo porque dice que a él le funcionó. Y yo, la verdad, en estos años me porté bien; me aguanté siempre la que venía, calladito la boca y siempre bancando con mis impuestos a los que tenían menos que yo. ¡Con decirte que “me quedé en casa” dos años encerrado! También fui solidario, inclusivo, igualitario, sororo y obediente cada vez que me lo pidieron.

La verdad, tengo que confesarte que me siento engañado. Me encontré varias veces creyendo en un personaje que se muestra de una manera que en realidad no es. Alguien que, con suerte, viene una vez al año al barrio. Se viste de una manera extraña, ¿como si fuese un producto del marketing, viste? El tipo sonríe con cara de bueno, se saca fotos con los niños, aparece en todas las publicidades, promete un montón de regalos, no cumple y luego no lo ves más. Los regalitos son siempre para los mismos. ¿Cómo no dejar de creer? Y, lo peor, es que no podés decirlo para no romperle la ilusión a los que eligen seguir engañados. Tranquilo, no hablo de vos.

Después de muchos años, recuperé el espíritu de la Navidad. Bah, ahora le dicen fiestas. Aunque solo hay dos habilitadas, todo un tema eso; parece que… Bueh, si venís a la noche, tomamos un whisky y te cuento bien cómo viene la mano. Ojo donde estacionas el trineo. Además de la VTV, patente y seguro, tenés que pagar el estacionamiento medido, al trapito que te lo “cuida” y, a la pasada, algún malabarista te llevás puesto. De última, dejás los renos pastando en la placita de enfrente, tienen pastizal de sobra.

Mirá también  Tandil en llamas

La cuestión es que ni cohetes podemos tirar. Los únicos que están habilitados por el municipio a hacer ruido molestos son las motos con los escapes, los que protestan, los candomberos y todos los festivales del chorizo (seco y crudo), el salamín (fino y grueso), la butifarra, la salchicha parrillera, el queso y todo lo que pase cerca de una fábrica de chacinados. Tandil (ya no) brilla como antes aunque la pirotecnia y los artificios están a la orden del día.

Sé que en su momento me enojé con vos y he sido el culpable de que se haya interrumpido nuestra relación. La verdad, me jodía primero que no me trajeras lo que te pedía y segundo que tuviera que esperar un año. Qué ingenuo fui. Ahora tengo que esperar cuatro años para pedir, y no es que no me traen lo que pido; no me traen nada. ¡Al contrario, me sacan!

No te voy a hacer un listado interminable de los baches que hay que tapar, los pastos que cortar, las luminarias que cambiar, las cámaras que arreglar, cloacas, agua potable, viviendas, semáforos, recolección de basura, salud, educación. No terminaría nunca.

Acá, el Estado se agranda; las tasas suben y los servicios bajan. Más empleados, más familiares y más kioscos culturales y de género. Funcionarios que no funcionan y siguen en el cargo, o dan vueltas por los laberintos interminables de la planta. Más secretarías, dependencias y edificios públicos. La casta en su punto más alto, la gestión en el más bajo.

La ciudad alcanzó una encrucijada muy parecida a la que llegó el país el año pasado. Al punto de tener que elegir entre los mismos de siempre. Cansados de los que no escuchan, de los que se hacen los que escuchan y de los que escuchan y no hacen nada. Porque no saben, porque no pueden, porque no quieren. Cansados de los buenos modales, de la mentira y del cinismo. De la palabra de consuelo, de la falsa indignación y de la crítica domesticada.

Mirá también  Los vecinos pueden votar la Vidriera Navideña favorita en el concurso que finaliza este 6 de enero

Querido Papá Noel, si fuese algo “posible”, no te lo pediría a vos. No por mí, ni por nosotros, porque somos muchos los que lo pensamos y pocos los que lo decimos. Pero por nuestros chicos. Porque si la cosa sigue así, no van a poder conocer nunca el Tandil en el que nosotros vivimos. Un lugar tranquilo, pacífico, pujante y, por sobre todo, ordenado.

Te la hago corta Papa Noel. ¿Vos podrías traernos un Milei?

* Otras notas del autor del autor de “Carta a Papá Noel”:

O podés visitar su web oficial aquí.

Dejá tu comentario

Donanos un cafecitoSi te gustó nuestro contenido

En Enfoque de Negocios el 80% de nuestros contenidos son originales. Somos un emprendimiento tandilense que apuesta por brindar información y análisis objetivo sobre lo que sucede en la ciudad y la región.

Si te gusta lo que hacemos, y lo valorás, podés ayudarnos con una donación a través de la aplicación Cafecito.

Donar en Cafecito

También podés escribirnos y darnos tus comentarios sobre nuestro producto a info@enfoquedenegocios.com.ar ¡La crítica nos ayuda a mejorar!

AnteriorEl 70% de los argentinos quiere cobrar el salario en billeteras digitales
SiguienteAlternativas de inversión para comenzar 2025